Entradas

Mostrando entradas de abril, 2014

Escribirte

Ahí entre lo más oculto del silencio, te escribo. Porque así me escuchas mejor, entre el sonido de las palabras y el color de los suspiros. Escúchame ahora que tengo algo que decirte.  Temo olvidar escribirte. Dejarte entre las páginas del cuaderno que se guarda en un cajón y no vuelve a ver la luz. Las experiencias que de ti aprendí son preciosas y dulces.  Necio y testarudo eres corazón mío, que te sumerges en lo más profundo de la necedad. Nadas fuerte y encuentras corrientes que te llevan a lugares que jamás habías soñado. Los golpes y raspones son sólo las huellas de una vida bien vivida. Corazón, no dejes de soñar y perderte en tu locura. No me dejes nunca corazón mío.   

Querido Charly...

Querido Charly Amigo mío. Cuántos viajes hemos vivido juntos. Tantas experiencias, tantas carreras, caminatas, películas, partidos de fútbol. Sólo el destino sabe porqué nos cruzamos en esta vida tan grande y tan llena de posibilidades. No existe ni existirá nadie que pueda llenar este vacío que has dejado en mi. Te fuiste, me dejaste solo y no tengo idea de cómo viviré ahora. Las tardes me parecen insípidas y aburridas. Siempre sentí que fui yo el que más di en nuestra relación, pero ahora entiendo lo importante que eras para mi.   Pocas personas entenderán el lazo que puede unir a dos amigos.   Cuando me dijeron que estabas enfermo, sin duda ha sido el segundo peor día de mi vida. Hoy es el primero. A pesar de sentir muchísimo dolor nunca lo expresaste demasiado, muy serio y sereno, creo que aceptaste tu partida mucho mejor que yo. Amigo, perdón por aferrarte a la vida, perdón por tenerte y atarte por días, creo que no estaba listo para dejarte ir, saber que era mi decisión,

El Capitán E.

Hace unos meses, un capitán salió muy temprano en un bote de remos.  Era de noche aún, cuando lo vieron salir del muelle. Llevaba poco en cubierta, dijeron.  Vestía su traje de gala, su sombrero negro y su saco blanco reluciente.  Con los remos, poco a poco salió a mar abierto.  Es extremadamente raro ver un capitán haciendo un trabajo físico.  El capitán de aguas saladas  era muy bien conocido por sus hazañas.  Había desarmado ya a más de una decena de flotas piratas.  Los pescadores y mercaderes de la zona le tenían especial aprecio. A pesar de su gran tamaño y de sus rasgos toscos , su amabilidad y respeto hacia su tripulación fueron conocidos en toda la costa sur.  Era un hombre de pocas palabras. Su mirada usualmente lo decía todo. Una pequeña señal con sus ojos azules y no tenía que emitir sonido alguno. Pocas personas fueron las que sostuvieron una conversación con él. Se decía que era un hombre sumamente culto, tranquilo y sabio. Un estratega de guerra, con dotes en la

Precipitaciones

Imagen
Sus pinturas de acuarela y óleo,  sobre lienzos de cristal. Altera las formas. Juega con siluetas y luces y sus sombras. Pinceladas que corren a prisa. Usa colores de luna, colores de farol anaranjado. Contraluces, sombras marcadas, captan el movimiento de la noche. Maestro pintor, que hace de esta noche su mejor pieza. Lluvia atenuante. Dramática y misteriosa. Llora y limpia todo; con sus caricias el cuerpo,  con su melodía el alma. Marca el ritmo del impulso cardiaco.  A veces ruge en furia, luego descansa y concede un respiro. Lluvia especial. Lluvia mágica.  Trae sensualidad. Se pega al cuerpo, acaricia y desnuda. Llena de ganas el pecho. Cobija amantes.  Acompaña besos ardientes, quema y alivia el ardor.  Compañera de tantos, aliada y amiga.  Pero cuando voces lleva, enemiga ha de ser. En temporada de demonios y fantasmas, Protagonista le gusta ser.  Lluvia mía no te calles, no me calles ahora.  Lluvia inútil. Cállate ahora. Déja