El Rincón Inefable

Hay sentimientos que no fluyen, que se estancan en la garganta y nos dejan en estado de shock, hoy escribo por desahogo, por decir lo que mi cuerpo no me permite, lo que mis sentimientos por costumbre ocultan. Las palabras siempre están ahí para ser manipuladas y moldeadas cuando uno lo quiera, es cierto que la costumbre y la comodidad nos ayudan a volvernos parte de lo que imperceptible, y es que es tan fácil caer en el confort de dejar el tiempo pasar, siempre habrá palabras después. Esta carta la escribo por dolor, por tristeza, por melancolía, por autoconsuelo. Y es que tantas veces pensé en el momento perfecto para entregar una carta inesperada, tal vez irrelevante, pero siempre he defendido la lucha por lo que uno siente y eso es lo que hoy he perdido. Perdí una batalla contra el tiempo y la desidia, debí escribir esto a tiempo para evitar hacerlo hacia un monitor y no para ella, para ellos. Abuelita, qué difícil es intentar conectar palabras que conduzcan a un recuerdo mut

El fin de un ciclo siempre llega con una noche oscura no es eterna, pero tampoco dura menos que cualquier otra Siéntate en una silla cómoda y espera a que amanezca, escucha el viento, o tus pensamientos te volverán sordo. No cuentes el tiempo, no lo pierdas esperándolo. No viene antes, no sabe de prisas ni le interesan tus emociones. No lo molestes con tus problemas insignificantes,  De todas formas, su existencia depende de ti. Si nada existe, cómo es posible que todo se amplifique, las caricias del llanto, la vibración de los recuerdos  la sintonía del perfume.  El reflejo del sol sobre la luna, formando una incandescencia fría que respira en la superficie de las texturas. Pobre de ti, que necesitas verlas para creer que existen. Hoy no hay luna, hoy no existe nada. Hoy no hay luna, sólo existes, solo.