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Advertencia de males inevitables y potencialmente peligrosos

Y ella le dijo.. Soy lo peor que te podría pasar. Soy veneno que entraría en tus venas hasta consumirte por completo. Perderías piso, la noción del tiempo. La barr era del mal y el bien la romperías para volverte un ente enajenado. La sociedad no volvería a llenarte, solo mis besos, mis brazos casi tronando tus costillas, mis tacones clavándose en tus zapatos al ritmo de mi locura. Yo que tú, correría lejos, sin voltear, me tomaría un buen trago de cerveza y huiría de mí y mis arranques de tango a las tres de la mañana. De mis doscientos perros rescatados, de mis mil y una horas de sueño. Él, a sus ojos, luego a sus labios, sonríe y responde -¿Dónde firmo?

Decisión

   Delia se sienta frente a su ordenador, toca la superficie helada y la pantalla se ilumina. Escribe su contraseña y espera a que aparezca la fotografía de fondo de pantalla. Fabián y ella están sentados en una mesa cuadrada, visten elegantes, ella un vestido tinto, el cabello suelto a un costado con rizos preciosos. Él lleva un traje color gris claro, una camisa blanca y un moño color tinto. Un toque romántico y justo para llamar la atención de Delia.     La imagen se cubre con decenas de archivos, todos con nombres como imagen_082612, ó Captura de pantalla 2015_07_23. El desorden le genera mucho conflicto, pero es precisamente la forma en la que se encuentra la mente de Delia. Sabe que algo está mal, pero ignorarlo a veces es una tarea más fácil, o cobarde. Delia abre su correo. En lo que se carga la página, revisa su celular por vigésima vez. No hay llamadas perdidas, dos mensajes nuevos. Los mensajes resultan ser imágenes que llaman a un patriotismo inexistente. El porcentaje