Advertencia de males inevitables y potencialmente peligrosos

Y ella le dijo.. Soy lo peor que te podría pasar.
Soy veneno que entraría en tus venas hasta consumirte por completo.
Perderías piso, la noción del tiempo.
La barr
era del mal y el bien la romperías para volverte un ente enajenado.
La sociedad no volvería a llenarte, solo mis besos,
mis brazos casi tronando tus costillas,
mis tacones clavándose en tus zapatos al ritmo de mi locura.
Yo que tú, correría lejos, sin voltear,
me tomaría un buen trago de cerveza y huiría de mí
y mis arranques de tango a las tres de la mañana.
De mis doscientos perros rescatados, de mis mil y una horas de sueño.
Él, a sus ojos, luego a sus labios, sonríe y responde -¿Dónde firmo?

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