Reloj de Arena

Superar la muerte de un ser querido debe ser de las cosas más difíciles que alguien tiene que vivir jamás. El dolor que se siente es sólo comparable con el dolor mismo. Es imposible comprender hasta qué dimensión del ser puede rasgar. Es cierto que actitudes positivas ayudan. Las palabras de consuelo del mundo te acompañan en la etapa del shock. Ese momento en el que recibes la llamada. Las palabras de otra persona que suenan distantes, suenan a una bomba con sus decenas de ondas expansivas. Eres capaz de verlas y ver la destrucción que traen consigo, pero entras en un estado de hipnosis, de protección tal vez, y recibes los primeros golpes con una anestesia local. Surrealismo después de una muerte.

La muerte es una acción que termina en un silencio agudo en el ambiente. Todo gira y colisiona solo para que escuches fuerte y claro.. "Nada va a volver a ser igual. "

La vida como la conoces, como deseabas que se mantuviera, simplemente cambia. La gente que te rodea te dirá toda clase de frases que van desde el deseo y añoranza de que a pesar de no saber qué sigue, de que la incertidumbre a veces es la que duele, la que roba el aliento. El ser humano decide creer que debe ser algo mejor. Otras personas tomarán una actitud más agresiva, pueden regañarte, hacerte sentir mal por llorar, exigirte estar bien, ponerte condiciones. Tu mismo vas a intentar explicarlo, justificarlo, cuestionarlo, culpar a alguien, culparte a ti mismo.  

Las preguntas van a llegar, una a una y después todas de golpe. A veces es imposible si quiera darle seguimiento a todas, en una batalla por romper con los impulsos de odiar la vida, por su fragilidad, por su decisión de dejar a las personas que uno más ama, que necesita. Odiar la luz, por ser linda, por dejar todo a la vista, porque no te deja permanecer en sombras, inerte. El sonido del tiempo cayendo sobre ti, estás parado justo debajo de la cascada de arena del reloj, la torre se forma a tus costados, te aprisiona y poco a poco quedas inmóvil. Hasta que la arena te llega al cuello, y quieres que el tiempo se detenga, no quieres quitarte, le gritas a la gravedad, a la arena, al reloj, a todo para no darte cuenta que lo único que necesitas es.. Moverte. 

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