La Biblioteca

La Biblioteca

...de la vida.


Muchas personas, de cualquier edad y estrato cultural o social, se sienten destrozadas cuando terminan una relación que tomó gran parte de su vida: una relación laboral, sentimental, o de cualquier otro tipo. A todos nos ha pasado que perdemos algo o a alguien y no entendemos porqué, gritamos y maldecimos, odiamos y nos sentimos efectivamente, perdidos. Como cuando decidimos que la carrera que estudiamos no nos hace felices, o que una relación de años que ha dejado hijos hermosos y tantas historias ya no nos llena, o ese viaje que nos costó tanto dinero y que supuestamente nos haría encontrarnos con nosotros mismos, y que al final nos dejó más solos. A veces pensamos que la vida es una línea recta, un camino que lleva a algún lugar y que volver a empezar elimina el aprendizaje o nos hace perder el tiempo. Si una persona se va, perdemos el sentido del camino y hay quienes se quedan en ese limbo emocional (Depresión), esperando que la persona vuelva, o que Dios o la vida les regrese el sentido, y en el caso más extremo, se quedan sentados esperando que su vida termine. 


  A mi me gusta verla -la vida- como una biblioteca. Cada aprendizaje, persona, viaje, o experiencia nueva, es un libro, lleno de capítulos, de anécdotas, de títulos, de vueltas de página. Si se tiene suficiente de aquello, el libro llega a su final, sin importar el número de páginas, pueden ser 10 ó 5000. Se mete de nuevo a los estantes, para ser consultado como historia de vida, como lecciones y forma parte del bagaje de vida. 


   Descubres a los 40 que la fotografía es tu más grande pasión, y tomas y tomas fotos, aprendes por tu cuenta en libros y en lecciones por internet, experimentas tu solo, tomas tu cámara y descubres el mundo a través de un lente. El libro de fotografía de tu biblioteca será único en el mundo, tendrá cientos de miles de experiencias, desde la foto que tomaste con el celular, esa que sin estilo y sin conocimientos, te hizo sentir que captaste el sentimiento nostálgico de un atardecer, hasta la foto que le tomaste a contraluz y sin profundidad a esa persona especial. Tomas clases de francés, te das cuenta que no es para ti, es un libro que puede quedarse en el prólogo, es irrelevante en tu biblioteca, lo regresas al estante y listo. Quizá algunas cosas, o algunas personas van a ser tan poco relevantes que se te olviden, que se quedarán guardando polvo, pero nadie ni nada podrá decirte que no lo viviste, que no lo intentaste. Si algo no resultó como tu creías, sólo cámbiale el título al libro; "Historia de una persona psicópata y mentirosa compulsiva." Y sigue adelante. Al final de cuentas eres tú el narrador de tus libros, sólo tú sabes qué palabras vas a usar para describir lo que viviste, puedes volver y reescribirlo cuando gustes, si te ayuda y si te hace feliz, ¡hazlo!  

  
  Hay gente que quiere llenar un solo libro con dos millones de páginas, hay otras que prefieren conocerlo todo y tener dos millones de libros, ambas son perfectamente válidas, así como cualquier variante o mezcla de ellas. Hay bibliotecas para todo el mundo, cada quién lleva el registro de vida que guste. ¿No es emocionante? Voltear a ver tantos libros que adornan la biblioteca de tu vida, y para llenarlo es suficiente con vivir, aunque definitivamente está más padre hacerlo conscientemente, porque entonces puedes discernir entre lo que tu quieres y lo que te imponen -sin importar a qué edad te des cuenta de esto, nunca es tarde para elegir tus propios libros-. 


  Qué importa si la persona de alado quiere llenar su biblioteca con besos y caricias, si es gay, si no quiere tener hijos joven... ó nunca, o si quiere casarse a los 21 en una boda de ensueño, con todo rosa, con carruaje y toda la cosa. Tu biblioteca no va a llenarse mientras te quejas de la de los demás. Tener portadas de libros de otras personas tampoco te hará sentir más lleno. Y nunca, nunca compares tu biblioteca con la de otros, es algo super personal. También tienes que entender que las demás personas necesitan llenar sus propias bibliotecas, tus hijos, tu pareja, tus amigos, tus padres, no tienen porqué tener los mismos libros que tu, ni siquiera el libro que hable sobre ti tendrá que ver contigo, tu no tienes control -en absoluto- sobre lo que escriben de ti. Es abrumador, lo sé, pero si lo piensas bien, te quita un gran peso de encima. 


  La plenitud y la paz llega al darte cuenta que tus libros están llenos de experiencias maravillosas, en soledad o en compañía, con canciones, con viajes, con lágrimas, con risas, con cenas, con noches estrelladas, con lluvias, con chelas, con vino, con balones, con kilómetros recorridos, con conocimiento, con historias, con lo que tu quieras, pero llénate de lo que te hace feliz. Cualquier otra cosa solamente te está estorbando. No hay cima del éxito en ninguna parte, él éxito lo vas a sentir cuando veas que tu biblioteca se va llenando de todo lo que te gusta. Así que deja de preocuparte por llegar a cualquier lugar, posición económica, y ¡vive! Hoy, no mañana, -que es la mentira más podrida del mundo-, el mañana no existe como tal. El mañana o el futuro es únicamente la página en blanco inmediatamente delante de ti, para que tu pluma tenga el espacio para escribir.



Gracias por leerme y... ¡Espero que te sirva!



Karla Gunz

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

El observador

Sólo hazlo.

Día de campo