Cafeína
En un mundo en el que las cosas suceden de prisa, en el que la vida y la muerte se transmiten en vivo, sin cortes ni pausas. A veces hay quien mira, a veces no. En este mundo de locos te he encontrado. Te he perdido y te he vuelto a encontrar. Los significados son poco relevantes, las decisiones, las palabras parece que tampoco nos llevan a nada cuando no hay nada más que decir.
En medio de un huracán, de emociones, de sentimientos, de llagas abiertas, revelando el dolor en carne viva, ahí estuviste tu. Sabias palabras que resignifican la experiencia, que reconstruyen la realidad y ponen las cosas en su lugar. Molinos de viento dicen ser gigantes, rugen y gritan con el viento, hacen sombras que se mueven hasta llegar a nuestros pies, pero gigantes no son ni pueden alcanzarnos.
En el silencio me encontraste y te encontré. No tuvimos que decir mucho para decirnos todo. Lo sabíamos, siempre lo supimos. Y esque somos del mismo mundo él y yo, vemos todo desde los mismos ojos, nosotros si: somos extraordinarios. Entendemos el significado del más allá, somos capaces de desconectarnos de todos, y ser nosotros, sin egos, sin otros.
Gracias cordura por volver a mi, por encontrarme en el camino. Quizá él venga también, o quizá sólo esté de paso. Por hoy, disfrutemos este café, estas letras que compartimos, escribamos un poco juntos y dejemos que el silencio diga lo demás.
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