El Espectador 1
EL ESPECTADOR
“De noche”
“De noche”
Por: Karla Günz
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ofía se lavaba los dientes, el celular comenzó a vibrar. La noche era sumamente oscura y la lluvia atenuaba los ruidos exteriores. Las gotas parecían tener intención de derribar los cristales de la única ventana.
Sofía veía su reflejo en aquel espejo roto del baño y detrás de ella, los relámpagos entraban por la ventana. Mientras el celular desesperado seguía exigiendo atención, ella se enjuagaba la boca.
El celular recorría el tocador rápidamente, iluminando el techo de la habitación con su pantalla fluorescente. Sofía tomó una toalla y se secó los labios rosados. Sin mucha prisa, caminó hacia el aparato con sus pies descalzos. La luz estaba apagada, por lo que se encontró en el camino con varios objetos.
Sofía, tranquila, tomó su celular. En la pantalla exterior solo aparecía el símbolo de mensaje nuevo, un pequeño sobre blanco que destellaba en intervalos. Abrió el aparato. Ver mensaje nuevo. Aceptar.
"Te ves divina con tu pijama, deberías salir a saludarme, tu cuerpo parece llamarme, ¿por qué me haces esto? hazte un favor y préndeme la luz, quiero verte mejor. Atte.: Tuyo. "
Número desconocido.
Sofía no sabía de quién se trataba, hacía meses que no salía con nadie. Podría ser una broma de alguna amiga del trabajo, pensó. Se acercó a la ventana y miró hacia la acera de enfrente, de un lado de la calle, del otro, tal vez algún vehículo. No había nadie, la calle estaba completamente sola. La espesa lluvia no dejaba ver con claridad. Cerró las cortinas y aventó el celular a la cama.
Volvió al baño, la única luz que había en el departamento provenía de una vela, debajo del espejo. Sofía olvidó pagar el recibo. Maldita sea, pensó. Comenzó a cepillarse su cabello rizado, aun mojado. De repente Sofía dio un brinco. El celular comenzó a vibrar nuevamente. Se acercó a él corriendo, y lo abrió para evitar que siguiera vibrando. Un mensaje nuevo. Ver mensaje nuevo.
"Abre las cortinas, no me hagas subir a abrirlas. Atte.: Tuyo"
Los nervios comenzaron a aparecer, Sofía estaba completamente sola. Su única compañera era Lola, una gatita color gris que desapareció días antes.
Había trabajado tanto, estaba siempre pensando en sus pendientes. No se dio cuenta si alguien la seguía, ni siquiera había notado la ausencia de su mascota. Un escalofrío recorrió todo su cuerpo. Sofía se sentó en la cama, abrazando fuertemente una de sus almohadas. La lluvia no dejaba de golpear, el edificio entero temblaba con los relámpagos. Pronto pasará, tiene que irse.
Crash. La ventana se rompe en cientos de diminutos cristales, cubriendo el suelo y parte de la cama. El aire y el agua entraban ahora sin impedimentos, las cortinas apenas se sostenían, se apaga la vela. Sofía solo pudo quedarse ahí, sosteniendo con todas sus fuerzas aquella almohada.
De repente, Sofía logra volver en sí, sobre la cama había un objeto, era una piedra, grande y negra. Tenía algo escrito. Soltó la almohada y se apresuró a sostener la piedra. Quedó paralizada. La piedra tenía escrito:
"Te lo dije."
Se escuchó un golpe en la puerta de la entrada, Sofía cerró los ojos, y llorando empezó a rezar. Otro golpe. Uno más. Silencio y ¡PUM!, la puerta cede. Sofía no podía ver nada, sus piernas no le respondían. Quería gritar, pero el sonido simplemente no salía. Un relámpago ilumina el cuarto por unos segundos. Suena la perilla. Sofía guarda silencio. El chillido del cerrojo se escucha suavemente. La puerta se empieza a abrir, y oscuridad de nuevo. Se escuchan pasos aproximándose.
Sofía murmura temblado:
--"Por favor, no me hagas daño."
Dos metros. Metro y medio. Un metro. Silencio. Sofía sabía que él estaba ahí, llorando dijo nuevamente:
--"Por favor, no...”
Sofía cerró los ojos con todas sus fuerzas. Sintió que él se acercó, podía sentir su aliento en su cara, en su cuello, en su oído, sus labios se abrieron, y tranquilamente le susurraron al oído.
--"Shhh".
Karla: me gusta mucho la forma en que escribes, haces que tus escritos sean muy interesantes y que no se les pueda dejar de poner atención. No te conozco tanto pero pareciera que te sientes más segura expresándote a través de letras impresas.
ResponderEliminarMe gusta mucho como te expresas y como hablas de lo que te gusta.
Solamente no me quedo claro en tu columna de que tema estas hablando, es decir, si cuentas una película o algo así o si es algo de tu propia creación.
De ahí en más me parece muy bueno tu trabajo.
Alexa :)
muy buena novela karlita, sigue con tus ideales e inspiraciones , mucho exito hoy y siempre
ResponderEliminargeras
Asústame pantera, buenazo!!!
ResponderEliminarAlex el Torti Walls
¡Quiero leer más!
ResponderEliminarMe gustó mucho la estructura del cuento. Son pocos minutos en la vida de Sofía, pero por la manera en que entrelazas por lo menos tres tiempos (los pensamientos de la personaje, los mensajes por celular y las descripciones del ambiente de la habitación) la espera se alarga y con eso nos atrapas en la trama.
ResponderEliminar¡Ya quiero leer la siguiente parte!
A mí en lo particular no me gustas las explicaciones excesivas (si es de noche, no hay necesidad de decir que estaba oscuro; si ya abrazó la almohada una vez, no hace falta repetirlo), pero esa es parte del aprendizaje que yo mismo he tenido con mis lecturas y ejercicios literarios.
Te recomiendo muchísimo que te consigas el libro de Ítalo Calvino "Seis propuestas para el próximo milenio", de donde he aprendido mucho sobre la brevedad y economía (que no simpleza) de la narrativa contemporánea.
Nunca dejés de escribir. Eso te hace ser una mejor pesona. Un abrazo y de nuevo te felicito.