De viaje
Hay un placer indescriptible al recibir la confirmación de un vuelo, a cualquier parte del globo.
No sé si es la llamada a la aventura, el conocer un lugar nuevo, la emoción de no saber qué parte de ti va a cambiar, qué vas a dejar allá y qué vas a traer contigo.
Es padrísimo contar los días, es increíble encontrar en tu correo el itinerario, y temer olvidar algo, revisar mil veces la hora para no equivocarte, poner diez alarmas y aún así temer que ninguna de ellas suene.
Hacer la maleta, ordenada o desordenada pero muy tuya.
Revisar información del destino, clima, hacer listas y revisar reviews de lugares que debes visitar.. Y olvidarlo todo y simplemente dejarte llevar.
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