Entradas

Frontera

Dos toques a la puerta. Al parecer no hay nadie en el baño. Tadeo abre la puerta con precaución, echa un vistazo, primero en los urinarios, de las cajas de los retretes no se asoma ningún zapato. Entra rápidamente y cierra con seguro. Se acerca al lavabo, deja sobre el mismo su mochila color gris deslavado. La mochila tiene un desgaste evidente en las correas, algunos parches están bordados en la parte frontal con iniciales y dibujos extraños. Tadeo saca de la mochila un cubo de cristal del tamaño de una pelota de beisbol y cierra la mochila, se la cuelga en la espalda y se mira en el reflejo. Coloca la mano izquierda en el espejo y con la derecha juega un poco con el cubo de cristal, lo acaricia como buscando algo en la superficie transparente. Parece encontrarlo, frota una de las caras contra su camiseta, y esa misma cara la pone sobre el espejo. En ese momento la manija del baño que da hacia el pasillo comienza a moverse, alguien intenta abrir la puerta, pero esta no se mueve.

Advertencia de males inevitables y potencialmente peligrosos

Y ella le dijo.. Soy lo peor que te podría pasar. Soy veneno que entraría en tus venas hasta consumirte por completo. Perderías piso, la noción del tiempo. La barr era del mal y el bien la romperías para volverte un ente enajenado. La sociedad no volvería a llenarte, solo mis besos, mis brazos casi tronando tus costillas, mis tacones clavándose en tus zapatos al ritmo de mi locura. Yo que tú, correría lejos, sin voltear, me tomaría un buen trago de cerveza y huiría de mí y mis arranques de tango a las tres de la mañana. De mis doscientos perros rescatados, de mis mil y una horas de sueño. Él, a sus ojos, luego a sus labios, sonríe y responde -¿Dónde firmo?

Decisión

   Delia se sienta frente a su ordenador, toca la superficie helada y la pantalla se ilumina. Escribe su contraseña y espera a que aparezca la fotografía de fondo de pantalla. Fabián y ella están sentados en una mesa cuadrada, visten elegantes, ella un vestido tinto, el cabello suelto a un costado con rizos preciosos. Él lleva un traje color gris claro, una camisa blanca y un moño color tinto. Un toque romántico y justo para llamar la atención de Delia.     La imagen se cubre con decenas de archivos, todos con nombres como imagen_082612, ó Captura de pantalla 2015_07_23. El desorden le genera mucho conflicto, pero es precisamente la forma en la que se encuentra la mente de Delia. Sabe que algo está mal, pero ignorarlo a veces es una tarea más fácil, o cobarde. Delia abre su correo. En lo que se carga la página, revisa su celular por vigésima vez. No hay llamadas perdidas, dos mensajes nuevos. Los mensajes resultan ser imágenes que llaman a un patriotismo inexistente. El porcentaje

Fantasmas

El único fantasma al que temo es el de la nostalgia. Ese fantasma que te persigue y te arrastra al pasado. Se roba tu energía y se alimenta de tu tiempo. Rodea sus brazos, terminados en garras y se abraza a ti, te susurra al oído frases de memorias, te vuelve loco, pero no lo suficiente para hacerte notarlo.  Si no te das cuenta que está junto a ti incluso puedes dejarlo entrar a tu organismo, puede estrujar tu vientre, cortarte el flujo en la garganta y hacerte nudos, puede abrirse paso hasta tus ojos, contaminarlos para que tu percepción de los colores sea distorsionada, grisácea y lúgubre. Puede revolver tus océanos hasta hacerlos brotar cual cascadas embravecidas.  Cuidado con esos fantasmas, porque no aparecen detrás de ti en un espejo, ni eligen una hora específica para aparecer. Estos fantasmas se aferran a ti como parásitos y te consumen hasta que queda de ti poco, hasta que olvidas porqué existes y ellos han ganado.

Suerte minina

  E l diablo se ha disfrazado de gato negro. Ha decidido caminar entre los hombres en un traje sigiloso, sofisticado y escurridizo.    El gato, con toda su negrura, lleno de pelitos de maldad camina por las banquetas de la ciudad. Sortea obstáculos, escobas, neumáticos. Ve a una niña jugando a la pelota, trepa a un árbol para mirar la escena. La niña está intentando aprender a botarla, su coordinación aún no se lo permite, poco movimiento en la manzana. El gatito baja de su mirador y se dirige a un extremo del parque, a la vista de la niña. Ésta, fascinada por la presencia del felino camina hacia él e intenta tocarlo. El gatito se sienta esperando que la niña se acerque a la banqueta, a un lado de la calle.     La niña no advierte que en la acera de enfrente hay una camioneta con insignias de la veterinaria "Huellas", cuyo teléfono anunciado corresponde a una viejecita que está harta de recibir llamadas para preguntarle sobre vacunas y consultas a altas horas de la

Besos

Los besos sabor a polvo se distinguen más que otros, besos que desentierran la necesidad de existir, de ser recordados, de ser sentidos.  Besos sabor a polvo, guardan tiempo, guardan palabras, guardan todo. Besos sabor a polvo que no saben a nada, pues al fin y al cabo, son sólo polvo.

Conspiración

Año 2238   Stephan toma el Gasoducto número 45A con destino a la corteza externa. Son treinta minutos de camino así que intenta llegar a la cubierta del bar para comprar unas tabletas. El pasillo está lleno de obreros y maquinistas que salieron temprano por ser navidad. Stephan lo había olvidado por completo. Su Yoket , un dispositivo similar al armazón de un lente que tiene toda clase de aplicaciones, es capaz de medir temperaturas, niveles de toxicidad en el ambiente, oxigeno, signos vitales, acceso a la gran memoria, conexión intercraneal con otros usuarios, y además guarda absolutamente toda la experiencia de vida, para ser utilizado como evidencia en los tribunales en caso de cometer algún delito. El dispositivo emite un sonido y se proyecta la imagen de una estrella girando, es el símbolo de mensaje nuevo. Es el banco, siempre envían mensajes en los gasoductos con la esperanza de tomar desprevenidos a los usuarios, una vez abiertos no puedes ignorarlos, pero si no los abres,