Circo de locos
La música del acordeón suena como el golpeteo de las manecillas del reloj. Se extiende y contrae para dejar salir notas agudas y molestas. Una sinfonía completa de sonidos sin forma. Un grupo de payasos con ropas sucias y desgastadas se encuentra en un estado de hipnosis vegetal, pero su cuerpo continúa haciendo las mismas acciones una y otra vez, sin rastro alguno de conciencia. En el centro de la carpa se encuentra el maestro de ceremonias, con su traje negro -ahora gris- lleno de tierra y agujeros. Éste personaje tiene su sombrero en la mano, lo coloca en su cabeza, hace unos cuantos movimientos con las manos y toma nuevamente su sombrero, hace una pequeña reverencia y se repite todo lo anterior. Los malabaristas suben y bajan la cabeza como si siguieran con la mirada el curso de los pinos inexistentes. Los trapecistas cuelgan boca abajo, de un lado a otro, sosteniéndose únicamente con las piernas. Santino, el perro estrella luce mucho menos animado que el resto, ya que s