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La Noche de Soni

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La noche de Soni Soni teme a la oscuridad. No como un niño que teme a los monstruos o a los fantasmas. Soni no es tonto y sabe que esas cosas no existen. Pero la oscuridad es cosa distinta, ¡por Dios que lo es! Todas las noches Julieta lo lleva de brazos y lo sienta en su cama, hablan con Dios un rato, y lo cubre con las cobijas más suaves y abrazadoras del mundo. Julieta tiene antojo de Soni y se acerca a devorarlo a besos.   Anuncia su retirada y advierte el momento de terror, ¡Fuera luces! y se cierra la puerta. Los ojos de Soni se cierran como de costumbre, intentando evitar pensamientos peligrosos y ¡Pum! llega el primero, sin aviso alguno. Se escucha algo afuera, ¿un ratero puede ser? ¿estará cerca? ¿Qué fue eso? Seguramente los ratones han vuelto para vengarse por la derrota en encuentros pasados, pero eso no es posible, ellos sólo vienen cuando Soni fabrica nuevos dientes. Por más que intenta mantenerlos a salvo bajo su almohada, los ratones siempre consiguen

Ser

Es de mi lo que yo he deseado La cuestión es que siempre llego a este momento  En el que las palabras y las acciones no me son suficientes No es la primera vez que mis ideales colapsan.  Y es que es tan fácil romper los sueños cuando no se tiene la seguridad de que son propios. Uno vive la vida pensando que es suya.. Todos dicen saber lo que es, pero la verdad es que nadie lo sabe, por eso todos intentamos describirlo con palabras y emociones, como si eso fuera suficiente.  Hoy no me basta. Hoy no quiero ser solo yo. Quiero ser más y ser solo yo no me basta. Estoy cansada de escuchar promesas que no se cumplen jamás. Promesas mías, promesas de lucha, promesas que no son mas que eso. Si el tiempo no es tuyo, no te culpo Es muy sano dejar que las cosas pasen culpar el trafico, culparlo a él, cúlpala a ella. Las intensiones siempre cubren lo indeseable eres incapaz de dirigir tu propio destino. No soy normal. No soy cuerda, no soy solo yo

Decisiones

Esto no es una justificación, se que no tengo porque decirte quién soy y porqué tomo mis decisiones, pero la verdad es que a pesar de todo lo que diga o demuestre.. se que hablarás.  Hay momentos en la vida en los que uno mismo se da cuenta que ha vivido dentro de un caos impresionante, los días pasaron y la costumbre nos hizo creer que sentirnos solos y vacíos es normal. Nadie, absolutamente nadie sabe qué siento, que sentí y qué viví. Se que para algunas personas, la mayoría incluso de los que visitan mi perfil facebookeano son simples conocidos que husmean en fotos para reirse un rato, otros tal vez busquen chismes que contar. Pero hay una pequeña cantidad de personas, que más allá de mis actualizaciones de estado, les preocupa cómo estoy, qué es de mi vida y qué estoy haciendo para conseguir mis metas. Este texto es para estas personas que adoro con mi corazón, y que aparte lo saben.  Me di cuenta que el tiempo es tan flexible que los minutos pueden parecer horas. Y puedes

Reflexión final

Es el último semestre de mi carrera, y tengo que repetírmelo porque aún hay una parte de mi cerebro que no lo asimila. Al inicio del semestre claramente no sabía qué esperar, pensé que sería como cualquier otro semestre, pero resultó que en todas las conversaciones que he tenido en los últimos meses predomina la palabra graduación, temas como la vida real, trabajo, familia, hijos, responsabilidades, son los favoritos de mis amigos. No es que no me guste pensar en el futuro, soy una persona que planea bastante, es parte de lo que soy, eso hago y eso me da seguridad. La cuestión es que no estoy segura si estoy lista para todo eso. Los conocimientos teóricos los tengo, y no soy del tipo de personas que hace las tareas para pasar, en verdad busco que me sirva de algo, que me de herramientas para conseguir lo que quiero. En este punto no estoy segura de saber unir todos los cabos, no sé si puedo enfrentarme a la vida aún. Mi plan B siempre fue tan distante, y tenía tiempo de cambiar la

Pequeñas criaturas -1-

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Capítulo 1 Son las 2 y media de la madrugada. Los grillos se sintonizan con la noche y los árboles atenúan la luz de la luna que entra al cuarto de Emilio. Sus sueños son de carreras de autos, sueña en ser un piloto de Fórmula uno. Emilio tiene una cama en forma de auto, rojo. Dice su madre que no hay nada mejor para un niño que motivarlos desde chicos, ella piensa que su hijo es un genio, es sumamente creativo, simpático y bien educado. Emilio es un niño encantador. Muy delgadito, tiene apenas 4 años, su cabello es lacio y negro, tiene piel blanca como su padre, con sus cachetes siempre coloreados con lodo o pintura.  Emilio siente su lengua seca, y después de buen rato soñando con desiertos, un sol ardiente en el mar. Su organismo decide que es tiempo de hacer algo al respecto, abre los ojos y como es un niño grande, se levanta solo de su cama.  Emilio no teme a la oscuridad, su padre siempre le ha enseñado que el miedo crece si uno le da entrada. Sale de su cuarto, pasa la p

Tiempo salvaje

El tiempo a veces juega a ser animal.  Se vuelve tortuga, disfruta la tierra bajos sus patas, el esfuerzo de llegar adelante es interminable. A veces se convierte en pez, nada de un lado a otro, se esconde entre rocas y corales, se escabuye y no se deja admirar. Vuelve a la superficie como un bonito ciervo, fino y elegante se deja admirar, mueve la cabeza de un lado a otro para llamar la atención, y de repente algo lo asusta y emprende carrera. Un león corriendo enfurecido, da zarpazos, brinca, se golpea contra toda clase de cosas sin dejar de ver su objetivo. Se lanza sobre su presa y caen juntos. Se levanta después de la excitación, no sabe cómo procesar tantas emociones juntas, aturdido y orgulloso disfruta de su éxito. 

Bajo un árbol, Esteban

Esteban es un muchacho listo, de aquellos que disfrutan una tarde de primavera bajo un árbol mientras lee un buen libro. Saborea el viento que transporta el olor a páginas llenas de historia. Sus lentes resbalan una y otra vez por su torcida nariz. Esteban instintivamente las vuelve a ubicar en su lugar. Sus dedos acarician la textura de las palabras en la portada del viejo libro. Las personas pasan junto a él pero Esteban parece estar en un lugar completamente distinto.  Fin del capítulo. Su espalda resiente la posición y aprovecha el intermedio literario para refrescarse un poco. Ya está cayendo el sol, es el momento justo en el que el ambiente se tiñe de colores cálidos. Naranjas, rosas, morados, un poco de rojo, solo un poco. Las hojas de los árboles y el polvo forman tiras de luz dorada que se dibujan hasta tocar el suelo lleno de cientos de hojas secas que inundan el jardín. Esteban se talla ambos ojos y suelta un bostezo. Recobra la vista y tarda unos instantes en encontra