Café de media tarde
Deliciosas conversaciones con sabor a tabaco y café. Lo que se dice es irrelevante pero el aire lo dice todo en sus ráfagas. Ciertamente entre ellos hay un espacio pero sus mentes están conectadas, decodificando un mundo imposible de comprender. Las miradas buscan en la naturaleza elementos para completar sus argumentos, los ojos bailan de arriba a abajo entre nubes y lineas rotas de concreto. Las palabras ahí están, formando ideas que podrían cambiarlo todo. La lucidez se muestra alcanzable y humana, el discurso por muy sencillo y obvio es bastante cuerdo, digno de ser publicado en estantes de madera de una librería de ricos.
El tiempo celoso decide hacerse presente y la platica debe terminar.
Como un bacilo, pensando.
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