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Pequeñas criaturas -1-

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Capítulo 1 Son las 2 y media de la madrugada. Los grillos se sintonizan con la noche y los árboles atenúan la luz de la luna que entra al cuarto de Emilio. Sus sueños son de carreras de autos, sueña en ser un piloto de Fórmula uno. Emilio tiene una cama en forma de auto, rojo. Dice su madre que no hay nada mejor para un niño que motivarlos desde chicos, ella piensa que su hijo es un genio, es sumamente creativo, simpático y bien educado. Emilio es un niño encantador. Muy delgadito, tiene apenas 4 años, su cabello es lacio y negro, tiene piel blanca como su padre, con sus cachetes siempre coloreados con lodo o pintura.  Emilio siente su lengua seca, y después de buen rato soñando con desiertos, un sol ardiente en el mar. Su organismo decide que es tiempo de hacer algo al respecto, abre los ojos y como es un niño grande, se levanta solo de su cama.  Emilio no teme a la oscuridad, su padre siempre le ha enseñado que el miedo crece si uno le da entrada. Sale de su cuarto, pasa la p

Tiempo salvaje

El tiempo a veces juega a ser animal.  Se vuelve tortuga, disfruta la tierra bajos sus patas, el esfuerzo de llegar adelante es interminable. A veces se convierte en pez, nada de un lado a otro, se esconde entre rocas y corales, se escabuye y no se deja admirar. Vuelve a la superficie como un bonito ciervo, fino y elegante se deja admirar, mueve la cabeza de un lado a otro para llamar la atención, y de repente algo lo asusta y emprende carrera. Un león corriendo enfurecido, da zarpazos, brinca, se golpea contra toda clase de cosas sin dejar de ver su objetivo. Se lanza sobre su presa y caen juntos. Se levanta después de la excitación, no sabe cómo procesar tantas emociones juntas, aturdido y orgulloso disfruta de su éxito. 

El mismo árbol

Todos los días durante diez años de mi vida caminé desde mi apartamento en el edificio D piso 2, hacia mi auto, un Jetta 95. Pero ahí no empieza la historia. Mi despertador suena a las 7:14. Tengo exactamente 60 segundos para levantarme de la cama, colocar mis pies desnudos, después de misteriosamente perder los calcetines en la inmensidad de una King Size y colocarme los lentes.  Una vez en marcha las cosas se hacen más fáciles. El baño, la cocina, el pasillo, el elevador, el jardín y el auto. Una vez tuve que patear un gato para poder llegar a tiempo, el minino se colocó debajo de la puerta del conductor, y por más que di gritos y pataletas, decidió arruinarme el día y si.. tuve que patearlo. No me siento particularmente orgulloso de ello, pero uno a veces tiene que defender sus derechos.  Ese gato se me vino a la mente el día de hoy cuando volvía del trabajo. Hago hamburguesas. Mi auto se detuvo 7 de las 9 veces habituales, 10 segundos en uno, un minuto en otro, cada semáfo

El vuelo de la paciencia

Ayer atrapé un mosquito. Igual que el día anterior, y el día anterior a ese. Como a muchas personas, el zumbido me resulta insoportable, y la picazón es de las peores torturas, inocente e insignificante, pero te atormenta la vida mientras rascas enérgicamente esperando que el veneno desaparezca para convertirse en dolor por incrustar las uñas en forma de cruz. Es absurdo, y ni siquiera creo que funcione, pero todo el mundo termina colocando una cruz sobre aquella roncha. En fin, lo que quiero decir es que muchas veces sostuve el puño cerrado ante mi, con la incógnita de encontrar o no el insecto entre mis dedos. A veces creí haberlo matado, pero todas las veces al abrir mi mano, encontraba al mosquito, que se quedaba un instante, como si no creyera seguir con vida, y emprendía el vuelo a donde sea que vaya un mosco después de encontrarse con vida, tras enfrentar lo que sin duda será la experiencia de su vida. Hoy simplemente contemplé el vuelo, escuché las alas vibrar justo en mi

Amor a distancia

Sigo tus pasos a donde quiera que vas. Soy tu sombra, no existo en tu mundo y aún así estoy dispuesto a brincar de un acantilado por ti, por tus bellas piernas largas que re definen la palabra perfección. No eres precisamente mi estilo, pero desde el momento que te vi pasar, moviendo todo el planeta con tus pasos, decidí que quiero estar a tu alrededor, quiero dedicar mi existencia a ti, aunque tu no sepas de la mía. Tal vez muera pronto, tal vez seas tu quien me mate. Pero estoy dispuesto a correr el riesgo.  Qué derecho tengo yo de admirar una cosa tan linda. Disculpa la intromisión, pero no podía quedarme fuera de tu habitación. Mírame, deja de maquillarte por un segundo y escúchame con atención. Mis gritos, mi canto y mi llanto sólo dicen tu nombre y tu me ignoras ahogando mi poesía reduciéndola a un sonido distante. Siento vergüenza de mi, me asfixia el pensamiento de no ser suficiente, de no ser nada para ti. Si algo hice para merecer esto, la cuenta está saldada.  En otra v

Cuerpos emocionales

Cuerpos emocionales, burbujas de sensaciones que te rozan, que te empujan y en ocaciones te encierran y asfixian.  Bienvenido al mundo de los sentimientos materializados en colores y sensaciones físicas. un mundo en el que la realidad es subjetiva. El odio toma forma de rosa de igual forma que se torna en perros rabiosos y negros que muestran sus dientes y señalan con ojos rojos y penetrantes.  El amor sabe a risas en una película con trama vagamente interesante. ¿De qué color es tu amor? ¿A qué te sabe? ¿Por qué todo el amor del mundo tiene que ser rojo y en forma de corazón?  Seamos un poco más creativos y démosle la oportunidad de tomar formas más interesantes.  Qué tal si le damos forma de un libro, un amor que nos dé conocimiento, que nos cuenta historias, de suspenso, de terror y de aventuras en una sola. Siéntate en ese rincón de tu memoria, apaga la luz y pon una canción intensa, una canción que tenga vida y esté dispuesta a despertar para que la veas. 

El Espectador 1

EL ESPECTADOR “ De noche ” Por: Karla Günz S ofía se lavaba los dientes, el celular comenzó a vibrar. La noche era sumamente oscura y la lluvia atenuaba los ruidos exteriores. Las gotas parecían tener intención de derribar los cristales de la única ventana. Sofía veía su reflejo en aquel espejo roto del baño y detrás de ella, los relámpagos entraban por la ventana. Mientras el celular desesperado seguía exigiendo atención, ella se enjuagaba la boca. El celular recorría el tocador rápidamente, iluminando el techo de la habitación con su pantalla fluorescente. Sofía tomó una toalla y se secó los labios rosados. Sin mucha prisa, caminó hacia el aparato con sus pies descalzos. La luz estaba apagada, por lo que se encontró en el camino con varios objetos. Sofía, tranquila, tomó su celular. En la pantalla exterior solo aparecía el símbolo de mensaje nuevo, un pequeño sobre blanco que destellaba en intervalos. Abrió el aparato. Ver mensaje nuevo. Aceptar. "Te v

Tiempo conmigo

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No se cómo, ni porqué, pero un día cuando tenia como 9 años, me paré frente al espejo y me pregunté.. cómo sería mi vida en el futuro.. quién sería y qué tan importante podría ser para alguien.. alguien me amaría? amaría a alguien? seria guapa? saldría a fiestas? estaría sola? alcanzaría mis sueños? Un par de años después me volví a parar enfrente del espejo.. ésta vez llorando.. por cosas de la vida, soledad, enojo, decepción, en fin y me sentia supeeer mal. Fueron largos minutos de lagrimas descendiendo por mi cara, y por alguna razón.. cerré los ojos, respire profundamente y me sentí mejor.. En otra ocasión me miré a los ojos, sonriendo desde el fondo de mi alma. satisfecha por algún logro, o talvez solo estuve tan segura de que estaba en el lugar correcto.. que la sonrisa se reflejó en mis ojos.. y me imaginé por un minuto.. que no existe el tiempo ni el espacio para mi misma.. y me soñé volviendo a ese momento de soledad.. un momento en el que me dije al oido.. todo va a salir bie