3 El sonido del teléfono la asustó. El segundo timbre la levanta del escritorio, levanta el teléfono y dice. -Ella habla-. Segundos después la habitación bajó de temperatura. La sangre se le congeló completamente, dejándola como una estatua de piedra. Incapaz de moverse. Los ojos abiertos como abismos sin fondo. Con un suspiro se abre fuego, se desata el infierno. Que el mundo se calle, que todo se destruya. Que la vida se detenga por un instante. Del otro lado del teléfono se escucha. -Hija, lo siento mucho, Marcus estaba manejando y.. Marcus no sobrevivió. - Y las palabras se perdieron entre gritos y pesadillas. Un cuchillo se enterró en su pecho, cortando absolutamente todas sus ganas de respirar, de existir. De repente la velocidad del tiempo se aceleró. El peso de la voz de su padre se hizo real. Y ella cedió, sus ojos se bañaron en vergüenza, en miedo, en realidad. Su cuerpo se estremeció y cerró los ojos con todas sus fuerzas. Cayó de rodillas y dejó salir un gri