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Mostrando entradas de 2014

La Biblioteca

La Biblioteca ...de la vida. M uchas personas, de cualquier edad y estrato cultural o social, se sienten destrozadas cuando terminan una relación que tomó gran parte de su vida: una relación laboral, sentimental, o de cualquier otro tipo. A todos nos ha pasado que perdemos algo o a alguien y no entendemos porqué, gritamos y maldecimos, odiamos y nos sentimos efectivamente, perdidos.  Como cuando decidimos que la carrera que estudiamos no nos hace felices, o que una relación de años que ha dejado hijos hermosos y tantas historias ya no nos llena, o ese viaje que nos costó tanto dinero y que supuestamente nos haría encontrarnos con nosotros mismos, y que al final nos dejó más solos.  A veces pensamos que la vida es una línea recta, un camino que lleva a algún lugar y que volver a empezar elimina el aprendizaje o nos hace perder el tiempo. Si una persona se va, perdemos el sentido del camino y hay quienes se quedan en ese limbo emocional (Depresión), esperando que la persona vuelva

Reloj de Arena

Superar la muerte de un ser querido debe ser de las cosas más difíciles que alguien tiene que vivir jamás. El dolor que se siente es sólo comparable con el dolor mismo. Es imposible comprender hasta qué dimensión del ser puede rasgar. Es cierto que actitudes positivas ayudan. Las palabras de consuelo del mundo te acompañan en la etapa del shock. Ese momento en el que recibes la llamada. Las palabras de otra persona que suenan distantes, suenan a una bomba con sus decenas de ondas expansivas. Eres capaz de verlas y ver la destrucción que traen consigo, pero entras en un estado de hipnosis, de protección tal vez, y recibes los primeros golpes con una anestesia local. Surrealismo después de una muerte. La muerte es una acción que termina en un silencio agudo en el ambiente. Todo gira y colisiona solo para que escuches fuerte y claro.. "Nada va a volver a ser igual. " La vida como la conoces, como deseabas que se mantuviera, simplemente cambia. La gente que te rodea te

Noches de Sinceridad

Puede parecer completamente irrelevante lo que tenga que decir. No va cambiarte la vida, ni espero que lo haga. Es solo que a veces todos tenemos la necesidad de sentirnos comprendidos y escuchados por nuestros seres queridos. Parecerá una tontería, pero quiero escribir sobre lo que siento. Hace unos meses perdí a mi madre. Muchas personas estuvieron ahí para acompañarme, pero hay viajes en los que uno tiene que encontrar el rumbo por cuenta propia. Ha sido sin duda la cosa más difícil que he tenido que enfrentar yo sola, pero me he llenado de crecimiento personal, de silencios largos, de lluvias que cobijan el alma. Me gusta pensar que la vida de una persona se valora en experiencias, en huellas que quedan marcadas en el corazón de los que te rodean. Es difícil saber qué tan profunda y bella es, pero es una huella que se queda grabada en lo profundo del alma y te cambia. Es como si fuera posible sembrar una semilla en otra persona, esa semilla vive y crece dentro, se adhiere al si

Espejismo

Te regalo el perdón.  Porque no es sano vivir con rencores en el alma. Pesan y llenan de huecos difíciles de sellar.  Te regalo el perdón porque no lo quiero. No quiero quedármelo esperando que lo pidas.  El orgullo y la sobervia son errores que se pagan con una soledad disfrasada. Y no es que la desee para ti. Pero me doy cuenta por la sombra que cargas, la estatua, firme, alta y fría que te esmeras en construir, que la vida camina a tu costado. Te pasa y ni cuenta te das.  Una carcajada, una frase oculta entre burlas puede hacerte sentir triunfante, que algo ganaste, que tu ego crece a montañas que rozan el cielo de los inmortales. Ríete, fuerte, mucho más, que te escuche el eco de las mentiras que te creas. Al final del día, eso es con lo que cuentas. Pocos lo saben, porque pocos te han visto con detenimiento. Esa pequeña grieta que revela un doble nivel en tu discurso. Aquel que todos admiran y escuchan, y el otro, el que conservas en las sombras, el que esconde la realidad de

En La Tierra Que Nací

¿Porqué habría de importarle a usted lo que un pobre viejo como yo tiene que decir? No tiene ninguna relevancia mi vida. He viajado poco, no tuve hijos y mi esposa hace tiempo ya que tocó tierra. La tierra conoce más de mi que nadie. Lo poco que hay que conocer, ella lo vio. Mis días no fueron muy distintos entre sí. Largas caminatas del rancho hasta pasar la carretera, llegando al pueblo y de regreso.  Mi burrito aguantó mucho. Más que mi viejita, y vaya que le costó trabajo. Los dos se entendían re bien. Por horas le platicaba, y Mateo esto, y Mateo el otro, le decía ella. Bien atento la escuchaba, y hasta parecía que le iba a contestar un día. Tremendo susto le habría sacado. Pero ya se me fueron los dos. Ellos nomás sabían quién era yo. En el pueblo me saludaban siempre, los señores y señoras, pero después de que se me fue Mateo ya no podía subir con la madera yo solo, y ni dinero ni ganas para comprarme otro. Ya para qué, ni voy a poder platicarle de mi viejita, me vería c

Instantes

Luz roja. ¿Qué piensas chica del auto de alado?  Por un instante me pareció verte llorar.  Limpiar tus lágrimas con la manga de tu chamarra.  Luchas contra las marcas de maquillaje corriendo fuera de los límites de tus ojos. No permites que el mundo te mire en estado de guerra. Golpeas el volante, lo tomas con fuerza y te rindes. Vuelves a hacerlo y gritas.  Subes el volumen de una canción sin letra, una canción de cuerdas y golpes.  Te sabes incómoda para el mundo. Sabes que todos evitan verte. Por ahora simplemente no existes.  No alcanzo a distinguir los motivos de tu tristeza. Parece que alguien ha pasado junto a ti, te arrancó el corazón y se fué corriendo sin dejar rastro. Puedo ver tu cuerpo luchando por sostenerse sin el impulso, sin la bomba que hace fluir la vida.  Luz verde.  Tal vez debería comprar un café...

Escribirte

Ahí entre lo más oculto del silencio, te escribo. Porque así me escuchas mejor, entre el sonido de las palabras y el color de los suspiros. Escúchame ahora que tengo algo que decirte.  Temo olvidar escribirte. Dejarte entre las páginas del cuaderno que se guarda en un cajón y no vuelve a ver la luz. Las experiencias que de ti aprendí son preciosas y dulces.  Necio y testarudo eres corazón mío, que te sumerges en lo más profundo de la necedad. Nadas fuerte y encuentras corrientes que te llevan a lugares que jamás habías soñado. Los golpes y raspones son sólo las huellas de una vida bien vivida. Corazón, no dejes de soñar y perderte en tu locura. No me dejes nunca corazón mío.   

Querido Charly...

Querido Charly Amigo mío. Cuántos viajes hemos vivido juntos. Tantas experiencias, tantas carreras, caminatas, películas, partidos de fútbol. Sólo el destino sabe porqué nos cruzamos en esta vida tan grande y tan llena de posibilidades. No existe ni existirá nadie que pueda llenar este vacío que has dejado en mi. Te fuiste, me dejaste solo y no tengo idea de cómo viviré ahora. Las tardes me parecen insípidas y aburridas. Siempre sentí que fui yo el que más di en nuestra relación, pero ahora entiendo lo importante que eras para mi.   Pocas personas entenderán el lazo que puede unir a dos amigos.   Cuando me dijeron que estabas enfermo, sin duda ha sido el segundo peor día de mi vida. Hoy es el primero. A pesar de sentir muchísimo dolor nunca lo expresaste demasiado, muy serio y sereno, creo que aceptaste tu partida mucho mejor que yo. Amigo, perdón por aferrarte a la vida, perdón por tenerte y atarte por días, creo que no estaba listo para dejarte ir, saber que era mi decisión,

El Capitán E.

Hace unos meses, un capitán salió muy temprano en un bote de remos.  Era de noche aún, cuando lo vieron salir del muelle. Llevaba poco en cubierta, dijeron.  Vestía su traje de gala, su sombrero negro y su saco blanco reluciente.  Con los remos, poco a poco salió a mar abierto.  Es extremadamente raro ver un capitán haciendo un trabajo físico.  El capitán de aguas saladas  era muy bien conocido por sus hazañas.  Había desarmado ya a más de una decena de flotas piratas.  Los pescadores y mercaderes de la zona le tenían especial aprecio. A pesar de su gran tamaño y de sus rasgos toscos , su amabilidad y respeto hacia su tripulación fueron conocidos en toda la costa sur.  Era un hombre de pocas palabras. Su mirada usualmente lo decía todo. Una pequeña señal con sus ojos azules y no tenía que emitir sonido alguno. Pocas personas fueron las que sostuvieron una conversación con él. Se decía que era un hombre sumamente culto, tranquilo y sabio. Un estratega de guerra, con dotes en la

Precipitaciones

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Sus pinturas de acuarela y óleo,  sobre lienzos de cristal. Altera las formas. Juega con siluetas y luces y sus sombras. Pinceladas que corren a prisa. Usa colores de luna, colores de farol anaranjado. Contraluces, sombras marcadas, captan el movimiento de la noche. Maestro pintor, que hace de esta noche su mejor pieza. Lluvia atenuante. Dramática y misteriosa. Llora y limpia todo; con sus caricias el cuerpo,  con su melodía el alma. Marca el ritmo del impulso cardiaco.  A veces ruge en furia, luego descansa y concede un respiro. Lluvia especial. Lluvia mágica.  Trae sensualidad. Se pega al cuerpo, acaricia y desnuda. Llena de ganas el pecho. Cobija amantes.  Acompaña besos ardientes, quema y alivia el ardor.  Compañera de tantos, aliada y amiga.  Pero cuando voces lleva, enemiga ha de ser. En temporada de demonios y fantasmas, Protagonista le gusta ser.  Lluvia mía no te calles, no me calles ahora.  Lluvia inútil. Cállate ahora. Déja

Si hoy dejo este cuerpo (Georgina Macías)

Si hoy dejo este cuerpo… Me gustaría saber que dejé en ti un poco de mí, Me iré feliz sabiendo que mi sonrisa logró sanarte una herida. Si hoy me voy partiré en paz, si con una palabra logré hacer menos tu dolor. Si hoy dejo este cuerpo, cansado, podré decir, que una parte de mí,  seguirá viviendo en tu corazón ya que en cada una de mis palabras,  gestos y mi voz te di todo el amor que soy. Cuando llegué a éste hermoso mundo, Divina Tierra de sueños,  mi propósito fue AMAR, sé que en el camino algunas veces no supe como expresarlo  otras me equivoqué y confundí sentimientos con emociones, tal vez con ello te lastimé,  otras muchas mi egoísmo no me permitió darme cuenta de todo lo que recibí y aprendí de ti. ¿Vine a aprender a a ser humano?  o ¿a recordar quien soy? No lo sé. . . Si cuando me recuerdes, si hoy dejo este mundo,  logré dejar una parte de mí en tu corazón, Entonces donde quiera que esté... una luz brillará en mí ser ya que eso s

Carta de Horacio

Sábado 9 de Septiembre Hoy maté a un hombre. Soy un asesino a sangre fría. Durante semanas fui el responsable de hacerle la vida imposible. Lo llevé a tal desesperación que no pudo hacer otra cosa que morir. No encuentro palabras para decir cuánto lo siento, supongo que me he vuelto loco. He perdido muchas cosas, he desesperado y definitivamente perdí la cordura.  El hombre que maté hoy se llama Ignacio Sánchez Martínez. Era un hombre exitoso, un doctor jubilado. Tiene dos hijas y un nieto. Su dirección está apuntada en mi agenda, en la última página, ahí están sus datos, agradecería que se les informara del fallecimiento de su padre. Muy lamentable. No pudieron reconocer sus restos, lo escuché en el radio, pero estoy seguro que es él.  Me queda sólo explicar mis motivos. La verdad es que la vida de Ignacio fué fascinante, un excelente hombre, ha sido un verdadero placer escribirlo, sus palabras siempre fueron excelsas, me regaló giros dramáticos, me llevó a conocer personajes tan inte

Cafeína

 En un mundo en el que las cosas suceden de prisa, en el que la vida y la muerte se transmiten en vivo, sin cortes ni pausas. A veces hay quien mira, a veces no. En este mundo de locos te he encontrado. Te he perdido y te he vuelto a encontrar. Los significados son poco relevantes, las decisiones, las palabras parece que tampoco nos llevan a nada cuando no hay nada más que decir.  En medio de un huracán, de emociones, de sentimientos, de llagas abiertas, revelando el dolor en carne viva, ahí estuviste tu. Sabias palabras que resignifican la experiencia, que reconstruyen la realidad y ponen las cosas en su lugar. Molinos de viento dicen ser gigantes, rugen y gritan con el viento, hacen sombras que se mueven hasta llegar a nuestros pies, pero gigantes no son ni pueden alcanzarnos.  En el silencio me encontraste y te encontré. No tuvimos que decir mucho para decirnos todo. Lo sabíamos, siempre lo supimos. Y esque somos del mismo mundo él y yo, vemos todo desde los mismos ojos, nosotros si

Carta a un amor

Mi amor, hoy no recuerdo quién eres. Te veo a mi lado y no te reconozco. ¿Ha pasado tanto tiempo? ¿desde cuándo la cama se ha vuelto un mundo de desconocidos? Te sujetas el cabello de una forma distinta, lees un nuevo libro, ¿esos lentes son nuevos? Todo en ti es nuevo, o lo viejo aquí soy yo.  Hemos pasado tantas cosas juntos, todos los días nos vemos, vamos al cine, cenamos de vez en cuando. Me pregunto en qué momento comenzamos a guardar silencio, a andar por las calles viendo el pavimento, y no riendo de nuestras babosadas. Extraño eso, extraño sentirme un niño junto a ti. Tu voz inundando todo silencio, callándolo sin dejarle opción. Trivialidades, chistes, reflexiones de un mundo mejor. ¿A quién se lo dices ahora?  Estas muy callada, será que algo guardas, será que los años se acabaron tus palabras, o será que fui yo quien te cansó. He notado que ya no me abres la puerta al subirme al auto, antes solías decir que te gustaba tener esa clase de atenciones conmigo, decías que

El duende que vive en mi pecho

Tengo un duende encerrado en mi pecho. Golpea y patalea de vez en cuando, queriendo salir. Debe estar cerca de mi corazón, porque a veces los confundo.  Creo que está enojado, porque cuando hay silencio, se hace presente, golpea una y otra vez, queriendo derribarme. No lo consigue, aún.  Le he pedido ya que deje de molestar, le hablo bonito, le cuento historias, le pido que me diga qué le pasa, incluso le he cantado, pero es demasiado testarudo, no me dice nada, pero eso si, no deja de patalear.  Un día de estos temo despertar con un agujero, y que no esté más.

Más

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Los zapatos cayeron justo después de que Amanda se tirara de golpe a su cama. Se quedó un minuto boca abajo, apenas respirando. Su mente se mantenía en blanco, con una especie de inexistencia, se olvidó de sí. De pronto la alarma de su celular comenzó a sonar.  Amanda renació dolorosamente, sintió la vida volver a su pecho y corrió hacia su bolsa, sacó el celular y lo apagó sin voltear a ver la cita, que anunciaba el cumpleaños de Esteban, claro que ella lo recordaba, claro que en el instante en el que el celular vibró entre los múltiples objetos de su bolsa, ella lo sabía.  Amanda nunca fue del tipo de mujeres que toman, mucho menos sola, y justo en eso pensó cuando abrió la botella de tequila que tenía en su armario, le dio un trago grande, el fluido caliente cruzó su garganta y llegó hasta su estómago, que apenas había procesado el par de galletas que la obligó la tía Mary, eso y dos tragos de café frío.  Esteban fue amante del café, siempre que viajaban se aseguraba de p